viernes, 30 de diciembre de 2011

Reflexión

Imaginemos un lugar, una habitación hermosa con juguetes con todo lo que quieras tener o lo que ya tienes. Ahora bien, en ese lugar hay un niño pequeño,  y dos adultos. Ese niño pequeño se irá con aquella persona que le provoque más confianza, con el que sepa que se va a divertir y el que le va a consentir mucho más, con el que sabe que lo atenderá, escuchará y en caso de que lo necesite lo consolará.
Ya podemos oír cómo se ríe ese niño, como juguetea con el adulto. Así se puede llevar minutos, horas e incluso días o años. Jugando con ese mayor, llamado su atención, aprendiendo cosas de él, y el adulto igual. No obstante, ¿Qué pasaría si en ese lugar, aparece otra persona? Otro adulto que a ojos del pequeño niño, le parece más atractivo, más llamativo y que le proporcionara más cosas que con el que ha estado casi una vida.
Ocurrirá que el pequeño dejará al primer adulto de lado, se irá con el nuevo adulto que ha aparecido y olvidándose del otro, jugara, sonreirá y se divertirá con el otro, sin tener en cuenta que realmente está dañando al otro adulto, al primero que lo acogió en sus brazos, que le dio parte de su corazón, corazón que está roto por el cariño que le falta. Quizás sea una exageración ya que todo lo que hace el niño nos lo tomamos como algo divertido, el niño está aprendiendo, esta divirtiendo a unos u a otros.
Nos consta que el niño lo ha hecho inconscientemente, simplemente el niño se ha dejado querer por uno o por otro, que cuando el adulto segundo desaparezca volverá al primero, pero es realmente justo eso. Cuando lo hace un pequeño, es gracioso, pero y ¿Cuándo lo hace un adulto?

viernes, 23 de diciembre de 2011

Nuevo Año

Antes de que llegue el nuevo año, tengo que decir que cuidado con esos propositos, que ahora  comienzan esas altas espectativas de como seremos y que haremos para ser como...., decir que esta entrada es para eso, que hagamos los que queramos, seamos como queramos ser nosotros, que nadie nos inflluya y que no nos olvidemos que quienes somos.

-¡Deberías de cambiar!- te dicen;
- ¡Yo era tú y ya hubiese hecho algo!- te indican;
-¡Deja de ser como eres!, te repiten...Amigos, padres, familiares….

Porque una persona debe de cambiar y moldearse según los demás. No puede haber sitio en este mundo, país o lugar  para la diversidad, para todas las personas que no siguen un modelo predeterminado. Realmente merece la pena cambiar y dejar de ser quien eres para que los demás se sienten mejor, para que te puedan aceptar en el círculo. Acaso es necesario cambiar para tener más amigos o para tener amigos de verdad…

En el mundo lo ideal es que haya personas tímidas que sean complementadas con las extrovertidas, cariñosas que complementen a distantes, que las personas de pocas palabras sean complementadas con frases completas de las personas más  comunicativas, toda persona es complementada por otra, así que mi pregunta es ¿Por qué debemos cambiar?

No dejes que los demás te valoren reduciendo lo que eres, Tú eres Tú y solo tú, con tus aciertos y tus fallo, tus pros y tus contras simplemente tú:;  Jorge Bucay lo describe en unos de sus cuentos que nos puede servir en este momento: 

Tú eres como ese anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte un verdadero experto. ¿Por qué vas por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?


Por lo que yo digo, quien decida cambiar que lo haga porque ha llegado su momento, porque su corazón y mente se lo pide, no porque los demás lo digan o se lo exijan. Acaso esas personas fueron así siempre, ellas también cambiaron y sino cambiara, así es la persona, cambian según las experiencias, según los tropiezos y caídas, según la forma de levantarse y de volver a caer. Aquel que te dice que debes de cambiar, no era como es, o no será como es ahora, y si no cambia tiene suerte, porque enfrentarse a la dura tarea de cambiar duele.
Cuesta esfuerzo físico  y mental, el cambio es difícil y sobre todo comenzar de nuevo, algo que ya habíamos hecho, algo que ya habíamos creado, volverlo a cambiar cuesta un esfuerzo casi sobrehumano. Por lo que aquellos que quieren que tú cambies, es necesario que se pregunte si cambiaron en algún momento o si cambiarían algo d esus vidas que comiencen, porque todos los comportamos de forma diferente a la que nos comportábamos hace un año. Somos diferentes con respecto a nuestro Yo pequeño.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Definiciones...

Llega el día afortunado y naces, al nacer, te separan de un vínculo especial con tu madre y comienzas una nueva andadura. Un nuevo comienzo en un hábitat diferente y con diferentes sensaciones. Comienzas a conocer cosas nuevas y te empiezan a hablar para que aprendas a comunicarte con los demás. ¿Cómo? Poniéndole nombres a las cosas.
-¡Esta es mamá, y este es papá!, dilo, mama, papa!...- Si, así comienzan, a ponerle nombre a las personas, para poder diferenciarlas de otras. Tras esto llega, hermanos, primos, tíos, abuelos etc. Toda la familia. Se comienza a diferenciar el agua del zumo y de la leche. Distinguir las diferentes frutas; manzana, plátano y pera. Nombres que se han inventado hace muchos años, nombres que pueden haber evolucionado o quedado obsoleto;  que si te pones a pensar, puedes llegar a preguntarte ¿Cómo surgió el nombre? ¿Por qué la mesa, es una mesa?
Llegas a la guardería o al colegio, y te comienzan a enseñar nuevas palabras para cosas y para las personas. “Esta es tu clase, es de color azul, estos son tus compañeros y esta es tu profesora”. Si, y comienza un nuevo camino de aprendizaje continuo. Hasta que ya lo has aprendido todo y comienzas a aplicar tu mismo las palabras que has asimilado. Hay que tener, muy en cuenta que dependiendo del tiempo en el que tu vivas las palabras tiene un significado u otro.  Que tú puedes decir que esto  “es una traba”, y alguien que no sepa que es, te pregunte a que cosas la has definido así. Por lo que, un objeto puede tener muchas definiciones y una persona también.
En tu camino, has conocido a muchas personas, que has denominado, bueno o malos profesores, directores si es que has tenido que ir a visitarlos, compañeras o compañeros de clase, y llega lo más delicado,  has denominado a “tus amigos”. La palabra amigo, es muy utilizada frecuentemente para definir a personas con las que estamos durante toda o parte de la vida, o durante un tiempo.  Aquella persona con la que compartimos muchas clases, muchas aventuras y secretos. ¿Pero está bien utilizada esa palabra? Una persona con la que hablas mucho, ¿es un amigo?  Es posible o no.
La Real academia de la lengua española dice que un amigo es: un adjetivo, que es posible utilizarlo como sustantivo y lo define como algo que tiene amistad, como tratamiento afectuoso, aunque no haya verdadera amistad. ¿Es posible que los humanos hayamos hecho evolucionar esta palabra para todo aquel tratamiento afectuoso?, por lo cual, somos nosotros los que comentemos el error de denominar amigo a una persona que no lo es, la definición exacta podría ser, “personas con las que te rodeas habitualmente para algunas situaciones”, alguien lo define como compañero habitual de diversiones y es la verdad. Pero para abreviar decimos mi amig@.
De esto modo, podemos llegar a confundir el aprecio que nos tiene ese “no tan amigo”, y que acabemos siendo dañados por él. Denominar a una persona como amiga o amigo conlleva depositar fe en ella, una confianza ciega ya que ese amigo ha demostrado que lo es. Aunque suele ocurrir que esa confianza sea traicionada y herida y ese amigo, no fuera tan amigo; por lo que hay que tener cuidado. Puedo resumir esta idea en una frase de Martin Luther King, Jr. que  decía: “Al final, no nos acordaremos tanto de las palabras de nuestros enemigos, sino de los silencios de nuestros amigos”.
No es más amigo, el que siempre está contigo y te ve cada día, que el que te ve dos días, pero esos dos días son los que estas triste, porque sólo él sabe que lo estás, y te hace sonreír.  El que te da un abrazo en lugar de dos besos, o el que simplemente te dice que no está bien lo que has hecho, que el que te ríe la gracia.
Amigos buenos no abundan en la vida, amigos que te conozcan casi al cien por cien, tampoco. Y cuando has encontrado un buen amigo, puedes sentirte afortunado, dice un dicho popular que “aquel que tiene un amigo, tiene un tesoro”, pero a los amigos hay que cuidarlos. Esos que están ahí, incondicionalmente esos son los que debemos de cuidar, no cualquiera puede ser un buen amigo. Aquel amigo, que ha sido difícil de encontrar, difícil de conocer, será difícil de dejar y por supuesto, muy difícil de olvidar.

martes, 13 de septiembre de 2011

Errores Humanos


Todo el mundo nos equivocamos, todos cometemos errores pero sobre todo, todos los humanos hacemos daños, todos, absolutamente todos. Provocamos daños inconsciente o conscientemente pero lo hacemos.
Realmente, son nuestras acciones las que hieren a los demás, acciones que hacemos queriendo o sin querer, acciones que provocan en los demás un dolor que hay veces que se pueden disimular o que no… una mala acción hacia alguien puede provocar muchas preguntas en esta; ¿Por qué?, ¿Qué hice?, ¿le hice algo?, ¿o tengo la peste?... bueno esto último es una dramatización pero puede ocurrir.
Los humanos somos los más peligrosos debido nuestras acciones, un animal como el perro puede gruñir y ya sabes que tienes que salir huyendo, puede llorar y puedes acercarte y mimarlo que luego el te mimara, pero los humanos, pueden estar haciendo una cosa cuando realmente es otra. Pueden poner una buena cara y ser amistosos con otra persona y mientras lo son pueden herirla. Si es cierto, y quien diga que no se está mintiendo. Todo el mundo lo ha hecho y lo hará, como ya he dicho a veces ocurre sin que nos demos cuenta. Incluso hechos que pueden contradecir otros hechos del pasado, si alguien tiene memoria puede recordarlo y sentirse… traicionado.
Incluso palabras, palabras o frases completan que hieren a la persona que tenemos en frente, esa persona que ha estado ahí siempre para nosotros. A veces las palabras duelen más que una pelea física, y muchas veces son los hechos, las acciones las que duelen más que una pelea física o que un palabra mal dicha.
Deberíamos de cuidar lo que decimos y lo que hacemos cuando tenemos a alguien que apreciamos delante porque por un descuido, una risa o un hecho podemos perderla para siempre. Sí, he dicho para siempre, porque después los humanos tenemos un gran problema. Ese problema tiene tres silabas, OR-GU-LLO. Somos muy orgullosos para pedir perdón, para decir lo siento y que ocurre entonces, ese error cometido a veces de forma inconsciente va aumentando y aumentado y finalmente acaba jodiendo una amistad, una pareja o una familia. Porque el humano, hombres y mujeres no saben decir: lo siento, perdóname.
*El problema además de nuestro orgullo, es que si a la persona que hemos herido, y no le hemos perdido perdón, ya se encuentra algo tocada y no estará igual que antes  con nosotros, podemos decir que estará a la espera de que vuelva a ocurrir o de que pase algo peor. Y nos encontramos en una situación incomoda, porque si no sabes lo que ha ocurrido, si la has dañado sin querer y ella no está como siempre contigo tu estarás preocupada de porque esta actúa como actúa y ella estará esperando a que actúes de forma normal o como cuando la heriste. Es un círculo vicioso del que no se puede salir a menos que seamos claros con nosotros mismos y con toda persona. Que se aclaren las cosas.*
Pero es difícil una vez que empieza este círculo vicioso porque como he dicho va creciendo y creciendo y provocando más inestabilidad en la vida de todos, en todos los que se rodean porque se van comentando cosas y cada vez esa inestabilidad se hace más y más grande. Por eso, desde aquí digo que dejemos el orgullo a un lado, sepamos cuando debemos pedir perdón y si nos cuesta mucho y cada persona sabe lo que le cuesta decir: lo siento, debemos actuar con mucha precaución con todas y cada una de las personas.

domingo, 24 de abril de 2011

Duele el no saber


Y es que a veces, no comprendemos lo que nuestros sentimiento nos quieren dar a entender, momentos en los que no sabemos que sentimos y porqué sentimos eso que estamos sintiendo. Por esos momentos, publico esto, momentos en los que necesitamos conocernos mejor y saber que es lo que de verdad sentimos.

A veces no entiendo lo que me quiere decir,
A veces confundo lo que llego a entender
Nada sé en realidad lo que puedo llegara a hacer
Para comprobar la verdad de lo que no entiendo
La verdad que me quieres decir
No encuentro como escuchar
No encuentro la manera de entenderte
Habla más fuerte se que tu puedes
grítame lo que en realidad me quieres hacer sentir,
Porque no entiendo lo que llegas a decir.

martes, 8 de febrero de 2011

Navegar en una travesía.

Esta segunda entrada es algo que he creado recientemente, es para aquellas personas enamoradas de una persona y correspondidas. Va dirigida a una amiga especialmente, que espero que su barco siga navegando por y para siempre. ; ).

Dicen por ahí que aquel que se enamora,
Pierde el timón de su vida.
Dicen por ahí que el que se enamora,
 Es un barco a la deriva.
Un barco que flota y continúa su travesía
Si le corresponde la otra vida.
Dicen que aquel que se enamora
Cierra un capítulo de su vida y
Comienza felizmente
Un camino para un “nosotros”
Un camino de lucha y gratificaciones,
Un camino inestable pera a la vez estable.
Una andadura para dos seres enamorados y correspondidos
Que pierden el timón de sus vidas 
para dirigir una sola travesía.

lunes, 7 de febrero de 2011

Sueños

Esta primera entrada que comienzo, la dedicaré a los sueños. Aquellos objetivos que deseamos con tanta fuerza que no obtenerlos nos produce una gran frustación. Para ello, utilizare una frase de un personaje ficticio:  "No es bueno dejarse arrastrar por los sueños y olvidarse de vivir, recuérdalo"  ~Albus Dumbledore.

Y es cierto, comenzamos a soñar con algo que deseamos, que daríamos cualquier cosa por tenerlo, nos quedamos estancado en conseguirlo, que nos olvidamos de que existen muchas más cosas importante como es la vida misma. 

Una vida que sólo tenemos una vez, una vida que debe ser vivida y no dejada en suspenso a la espera de que ese sueño se cumpla. Porque puede cumplirse hoy... o dentro de veinte años, podemos buscarlos con gran ahinco y encontrarlos pero no debemos olvidarnos de seguir viviendo, de seguir nuestro camino, nuestra vida.

Y si no conseguimos aquellos deseos o sueños que queremos, debemos cerrar ese capitulo de nuestra vida y comenzar a olvidar para no caer en pensamientos negativos de: si lo hubiese conseguido ahora...; no sirve de nada en recrearse en lo no conseguido, debemos seguir nuestro camino en el que habrá nuevos proyectos, nuevos sueños que nos llenaran cuando los consigamos, sueños que nos harán felices y ser personas mejores.