martes, 14 de julio de 2015

Vivir o sobrevivir

He aprendido que la vida pasa y no nos damos cuenta, que hablamos demasiado y actuamos muy poco. Que dejarse llevar es tan bueno como malo. Que no puedes confiar en nadie, ni en ti mismo. Que ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos. Que todo el mundo miente, incluido nosotros mismo. Que todos queremos ser especiales,  todos queremos ser elegidos. Que no es bueno apegarse a las cosas como a las personas. Que siempre faltará algo o fallara algo, pero que la vida sigue. Que todo o nada cambia y cambia todo. Que las heridas cicatrizan pero no se curan. Que nadie sabe todo lo que puede pensar otra persona. Que las lágrimas más dolorosas no salen. Que las risas más escandalosas duelen en el estomago. Y que solo hay un paso de la risa al llanto y el llanto a la risa. Que escribir merece la pena igual que leer lo que se escribe. Igual de importante es pensar en lo que se dice y decir lo que se piensa. Una palabra dicha, mil emociones sentida s y producidas y ninguna vuelta atrás. Que acomodarse no vale y el moverse tampoco. Todo sigue adelante aunque tú no quieras mover ficha, la tierra gira y el sol la observa. Simplemente lo que importa es sobrevivir el día a día, ¿cómo? En eso no puedo ayudarte, simplemente eso sobrevive. 

sábado, 4 de julio de 2015

Incongruencias

El sentir que alguien te esta mintiendo, es una situacion indescriptible. Todo se convierte en una caza de brujas, todas las miradas, las palabras, todo esconde algo, algo si, pero ¿que? Algo bueno o algo malo, algo que beneficia o que perjudica.

Todo se vuelve distinto y es una situación caótica en la que no se sabe que pasó y lo más importante cómo y porqué. Llega un momento en la que se esa situación acaba produciendo diferentes sensaciones, primero alucinación, escepticismo, incredulidad, confusión y lo más grave desconfianza hacia todos y todo. Desconfianza hacia ti mismo que es lo mas grave, desconfiar de uno mismo.... Es algo que no se sabe cómo salir de ello, al desconfiar de ti no puedes confiar en nadie y es un circulo vicioso... Porque en quien confiar...

Es una encrucijada en quien puedes confiar, pues no se sabe, la decisión conlleva perder algo uno u otro, sobretodo sino te dan opción. Luego llega la resignación de haber perdido algo y las cenizas, que algunas siempre quedan y se debe de vivir con todas las consecuencia. A veces tenemos la culpa por no actuar, o por esperar para poder actuar sin herir a nadie, pero si no actuamos, los demás actúan por nosotros y sin más todo se vuelve una locura. Solo queda el tiempo, que según dice pone todo en su lugar.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Una conversación sanadora.

En uno de esos momentos el cerebro le preguntó al corazón:

- Oye, ¿no te cansas de sufrir?....  


El corazón muy tranquilo respiro profundamente y le respondió: 

- Veras, para mí es difícil contener los sentimientos. Sería más fácil ser así de racional como tú, pero eso seria marchitarme poco a poco, como lo hacen las plantas. A mí lo que me da vida es involucrarme con los demás de mi especie, quererlos y hacer que puedan seguir viviendo como yo. Y aunque no siempre soy correspondido con la misma intensidad, siempre llego a ser muy feliz. 


El cerebro no entendía como podía ser feliz si al final existía la posibilidad que acabara triste y abatido. Y le replicó: 

- Pero entonces, si sabes eso porque acabas sufriendo, si al final sabes que vendrá otro de tu especie para poder involucrarte de nuevo. 


El corazón le respondió: 

- Yo sufro porque me duele el que no sea correspondido, pero sufro más aún por tú culpa. 

El cerebro algo ofuscado le contestó: 

 - ¿Cómo que por mi culpa? ¿Yo que te hago a ti? 

 - Tranquilo - le dijo el corazón - No te culpo porque sé lo que sientes, te explico: Sufro porque realmente eres tú quien deja pasar a esa nueva especie, eres tú quien da el permiso, y eres tú quien se niega a nuevas oportunidades por ello, a mi no me llegan y cuando lo hacen me involucro de forma intensa. Tú al ser tan racional, siempre buscando pegas e inconvenientes, que no dejas que nadie traspase y cuando lo hacen: esto es una fiesta y lo sabes… pero claro una vez que se van, vuelves a empezar ese círculo vicioso de no dejar entrar a nadie ni salir. Piénsalo un poco y me respondes si no tengo un poco de razón. 

El cerebro se fue a meditar lo que el corazón con tanta ternura le había dicho. Y finalmente se dio cuenta del error, y que el corazón tenía mucha razón, dado que él era el principal motor, el que digamos de forma metafórica abría la puerta para que pudieran entrar, iniciando así la felicidad de todos ellos, pero a la vez si por casualidad ocurría, iniciando la tristeza de todos también. Él era el responsable de dejar entrar y también de dejar salir, siempre había tenido esa potestad y nunca se había dado cuenta hasta HOY.

lunes, 6 de octubre de 2014

Se cura

Al tomar una decisión dura siempre queda esa vocecita que te dice
¿y si te equivocas? pero otra que le dice a esa, que se calle.
Ese hueco que se te queda vacío,
el cual te duele como si tuvieras hambre,
pero sabes que no es eso, eres consciente que falta algo
que no puedes llenar, no eres tú quien lo llenabas,
No tienes la capacidad ni la habilidad para poder rellenarlo
y a veces incluso ni quieres hacerlo
Ese hueco que estará ahí molestándote durante día,
podrás intentar buscar una posible solución al malestar
pero que por  mucho que busques, la única solución es el tiempo.

Y sí, el tiempo pasa y cura. 

sábado, 2 de agosto de 2014

Simplemente piénsalo y sé feliz.

Me he dado cuenta de algo importante, y es que somos incorregibles. 


Me explico, siempre estamos buscando la felicidad, cada cual tiene una idea propia de la felicidad. Para unos la FELICIDAD es “una gran historia de amor”, para otros es una “cuenta bancaria con muchos ceros”, “una familia”, “ser madre o padre”, “disfrutar de vacaciones”, “un simple trabajo”…. Y siempre estamos esperando que llegue.
Pero a veces no nos damos cuenta que buscamos la felicidad en lugares, personas o cosas equivocadas por eso no alcanzamos esa ansiada felicidad. Esa felicidad que buscamos con ahínco, buscamos o esperamos a que venga por arte de magia. Pues podríamos quedarnos toda la vida esperando a que venga a por nosotros y nos sorprenda, o buscarla y buscarla en el lugar erróneo… últimamente considero que la felicidad se encuentra dentro de nosotros mismos. 
Es decir, que es algo innato en nosotros, pero que a veces es tapado por las angustias, las esperas o las búsquedas que tanto hacemos. Es decir, a veces rebosamos de felicidad y alegría con un simple gesto de una persona, o con una película, o un rato con una persona importante en tu vida. Entonces, me pregunto que hacemos buscando inútilmente la felicidad en otro lugar. 
Está claro, es la propia sociedad la que te inculca que debes buscar esa felicidad fuera de ti, por ejemplo, “la señora mayor que es feliz rodeada de sus nietos, no puede ser completamente feliz porque tiene esas arruguitas que han salido en un comercial de la televisión que si las tienes no eres feliz, que debes aplicarte ese ungüento para ser feliz”… y así sucesivamente, unos kilos de más, unos pelos de menos, unos dientes no perfectos, y lo que puedas imaginar… no se puede ser feliz porque no te dejan serlo.
Pero la sociedad te muestra el defecto, y eres tú quien decide si eso te debe importar o no, si eso es importante para ti, si prefieres tener un por ejemplo, matrimonio feliz, o una cuenta corriente llena de muchos cero. Pues igual que nosotros nos ponemos las metas, nuestros objetivos siempre, somos nosotros mismos quienes nos ponemos las malditas trabas para ser feliz.
No espabilamos, sabiendo que la sociedad ya te pone las suficientes barreras, como para que encima añadamos las nuestras, de nuestra propia cosecha para boicotearnos y no dejar fluir esa felicidad y alegría que podemos sentir tranquilamente porque está en nosotros mismo. 
Está claro, que podemos ser felices con lo mínimo que tenemos, es decir, con nosotros mismo, pero también sabemos que dejamos pasar otros sentimientos que acaban opacando esa felicidad que inicialmente sentimos…Estamos vivos que mayor felicidad es esa, en la que puedes hacer lo que realmente quieras (dentro de los límites de la legalidad claro), pero no, siempre nos dejamos llevar por las corrientes que a veces son tan fuertes que nos acaban desviando hacia donde ella quiere y que no podemos controlar haciendo que terminemos totalmente desorientados sin saber al final “¿Quiénes somos?”, “¿dónde estábamos?” y “¿dónde vamos?”; y buscado la felicidad en otro sitio, sin saber que está dentro de nosotros.



Puedo decir, que yo soy feliz cuando estoy rodeada de mi gente, cuando mi perra me saluda con tanto frenesí, cuando estoy viendo una puesta de sol desde la playa, o cuando simplemente veo la luna por mi ventana, y soy feliz con mis miles de defectos y mis preocupaciones, que me faltan cosas en esta vida, pues sí, que a veces este de bajón también, pero eso no impide para nada ser feliz, porque sigo pensando que la felicidad está con nosotros siempre que nosotros queramos que ella esté. Simplemente piénsalo y sé feliz. 

sábado, 12 de mayo de 2012

Estas haciendo un puzzle, cuidalo siempre.

Fabricar un puzzle de 1000 piezas es complicado pero no imposible, es difícil y se puede hacer de forma discontinua porque esas piezas seguirán ahí. Con un puzzle nuestro objetivo es formar una figura mezclando correctamente las partes de ésta, que se encuentran en distintos pedazos. Si se pierde una pieza, el puzle se queda incompleto, le falta algo para que quede perfecto.
Podemos decir que la vida, que nuestra vida es como la imagen de un puzzle, lo creamos desde pequeños pieza a pieza. Comenzando con  padres y hermanos; familiares: tíos, primos; los amigos; la pareja, los familiares de la pareja; los hijos, los novios de los hijos, los nietos; es un puzzle de más de 1000 piezas porque la vida no solo son las personas que forman parte de nuestra vida, personas que entran en tu vida y que luego te dejan.
Aunque existen otras piezas en nuestra vida, como la infancia, la juventud, la vejez. Forman parte los estudios, el trabajo, las vacaciones, las reuniones de amigos, y sobre todo la felicidad, el amor, la frustración, el enojo, la ira, el odio, la tristeza, entre otras.  Toda nuestra vida luchamos por que todas estas piezas encajen, que nos lleven al éxito y que nos hagan felices.
Pero realmente  nuestro propio puzzle no pueda llegar a ser perfecto, como aquel que tiene como imagen La Gioconda tan definido por esas piezas,  porque en nuestra vida hay fragmento que aparecen y cuando han llegado a encajar desaparecen por algún motivo, y a veces ese motivo es ajeno a ti; esta fuera de tu alcance pero ya ha desaparecido,  tu puzzle no ha sido completado, por lo que  no es perfecto.
Nos empecinamos en cambiar las piezas para que vuelva a cuadrar, para que sea un éxito, para tener la imagen de la carátula. Pero a veces resulta imposible cambiar una pieza por otra porque realmente no estamos hablando de trozos de papel, en nuestra vida hablamos la mayoría de veces de personas. Personas que nos dejan huellas en la vida y que son imborrables porque en el puzzle de papel no existe la memoria, no existe el cariño y el amor; el ser humano si está dotado de capacidad para sentir, para recordar; para echar de menos algo que tenias y ha desaparecido. Otras veces, incluso el error garrafal es del ser humano que se acostumbra a sacar las piezas de su vida y algunas después le faltan y entonces ahí es cuando se da cuenta de que su vida no es completa que algo le falta y es que le falta ese fragmento de su vida tan importante para que ese puzzle sea todo un éxito.  

viernes, 30 de diciembre de 2011

Reflexión

Imaginemos un lugar, una habitación hermosa con juguetes con todo lo que quieras tener o lo que ya tienes. Ahora bien, en ese lugar hay un niño pequeño,  y dos adultos. Ese niño pequeño se irá con aquella persona que le provoque más confianza, con el que sepa que se va a divertir y el que le va a consentir mucho más, con el que sabe que lo atenderá, escuchará y en caso de que lo necesite lo consolará.
Ya podemos oír cómo se ríe ese niño, como juguetea con el adulto. Así se puede llevar minutos, horas e incluso días o años. Jugando con ese mayor, llamado su atención, aprendiendo cosas de él, y el adulto igual. No obstante, ¿Qué pasaría si en ese lugar, aparece otra persona? Otro adulto que a ojos del pequeño niño, le parece más atractivo, más llamativo y que le proporcionara más cosas que con el que ha estado casi una vida.
Ocurrirá que el pequeño dejará al primer adulto de lado, se irá con el nuevo adulto que ha aparecido y olvidándose del otro, jugara, sonreirá y se divertirá con el otro, sin tener en cuenta que realmente está dañando al otro adulto, al primero que lo acogió en sus brazos, que le dio parte de su corazón, corazón que está roto por el cariño que le falta. Quizás sea una exageración ya que todo lo que hace el niño nos lo tomamos como algo divertido, el niño está aprendiendo, esta divirtiendo a unos u a otros.
Nos consta que el niño lo ha hecho inconscientemente, simplemente el niño se ha dejado querer por uno o por otro, que cuando el adulto segundo desaparezca volverá al primero, pero es realmente justo eso. Cuando lo hace un pequeño, es gracioso, pero y ¿Cuándo lo hace un adulto?